Cumple años en prisión política “el joven de la pancarta”, Luis Robles Elizástigui, símbolo de resistencia y libertad
Este 2 de diciembre de 2024 Luis Robles, el “joven de la pancarta” está cumpliendo sus 32 años y permanece injustamente encarcelado en Cuba. Solo por su valentía y sentido de la justicia, que lo impulsaron a manifestarse, solo y pacíficamente, reclamando -en el boulevard de San Rafael de la capital- libertad para los presos políticos, en especial del rapero Denis Solís, miembro del Movimiento San Isidro, para su familia y su pueblo.
Vivíamos días históricos que alimentaban la rebeldía popular, y que derivarían en las protestas masivas en más de sesenta localidades de Cuba siete meses después, el 11-12 de julio del 2021. Un antes y un después, porque fueron reprimidas violentamente por el gobierno, pero su energía no ha podido ser apagada.
La represión contra este joven guantanamero -dedicado en aquel momento a la electrónica y con un niño de apenas un año- desde su manifestación pública ha sido brutal. Lo condenaron a cinco años de prisión bajo los falsos delitos de desobediencia y propaganda enemiga.
Han trascurrido cuatro años desde su detención y confinamiento en la prisión Combinado del Este. Ha sufrido golpizas, formas de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes, celdas de castigo y negativa de beneficios que corresponden por ley, incluyendo traslado a centros menor severidad y la libertad condicional. Finalmente se encuentra ahora en campamento en Guanabacoa, en la capital y aún allí ha recibido malos tratos, amenazas contra él y su madre
Junto a la actuación despiadada del régimen se alzan la firmeza de Luis y la lucha de su madre, Yindra Elizástigui -una Mariana de nuestro tiempo-, por su libertad y la del resto de los presos políticos en Cuba. Eso explica la admiración y solidaridad dentro y fuera del país. Varias organizaciones de la sociedad civil independiente los acompañan y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares desde 2022, reclamando al gobierno su protección y definitiva liberación.
El joven de la pancarta, que dos y cuatro años después de encarcelado, sigue diciendo “no me arrepiento de haber salido ese día”. Es símbolo de quienes desde una oscura celda han luchado y siguen soñando por una Cuba libre, a pesar de las duras consecuencias que eso ha traído para su salud y vida de él y su familia, especialmente su madre y su niño.
A pesar de todo, Felicidades Luis. Los cubanos de bien, estén donde estén, te apoyan y no te abandonarán jamás. Nunca estarás solo y la noche no será eterna. Ustedes, nosotros y Cuba seremos libres, o no seremos.
¡Libertad para Luis Robles y todos los presos políticos!
¡Patria, Vida y Libertad!
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