La periodista Mónica Baró, también exiliada en Madrid, lo definió muy claro "la miamización de Madrid, avanza".
Madrid se ha convertido en el refugio de jóvenes disidentes cubanos, a los cuales la dictadura expulsa de Cuba bajo terribles amenazas.
El goteo no termina, algunos son mediáticos y otros no, pero todos tienen en común que un día dijeron "basta ya" y comenzaron a luchar por la justicia social, los derechos humanos y la democracia en Cuba.
Son muchos los pretextos que esgrime el régimen cubano para justificar la salida masiva de tantos jóvenes y no tan jóvenes, pero para nadie es un secreto, que lo que antes podía ser catalogado como exilio económico, hoy es sin dudas,un exilio político.
La última persona en agregarse al grupo de jóvenes exiliados ha sido Carolina Barrero, quien por casi dos años ha mantenido en jaque a la dictadura con sus artículos y protestas allí donde se producía una injusticia. Carolina fue apresada el pasado lunes 31 de enero, frente al juzgado de 10 de Octubre en La Habana, Cuba, mientras se realizaba el juicio a los jóvenes que participaron en los sucesos del 11J. Ella junto a otros activistas y los familiares de algunos presos, desarrollaban una protesta con la que denunciaban la arbitrariedad de los juicios y lo injusto de las peticiones fiscales. Todos los manifestantes en dicha protestas fueron apresados y muchos de ellos liberados pocas horas después. No así Carolina y dos jóvenes más (Daniela Rojo y Camila Rodriguez) a quienes interrogaron por varias horas y no liberaron hasta 24 horas después. Una vez liberadas se supo que fueron sometidas a duros interrogatorios y en el caso de Carolina fue conminada a "abandonar el país o de lo contrario algunos de sus acompañantes en las protestas serian encausados".
Según hemos sabido Carolina Barrero pretende dar una rueda de prensa a medios españoles donde seguramente denunciará su exilio forzado y tratara de convencer a la opinión pública internacional de la realidad que está viviendo el pueblo cubano.
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